Tal vez este principio parezca obvio al elegir por una educación sin escuela…o tal vez no. Así que quiero contarte un poco más de lo que esto significa. Cuando optamos por encargarnos de la educación académica de nuestros hijos, nos enfocamos, por obvias razones, en lo que ELLOS deben aprender y que guía deben seguir. Nos interesa su crecimientos y aprendizaje adecuado y eso es lógico, ¿no? Pero a veces olvidamos que, en este proceso que es nuevo para toda la familia, también nosotros los papás tenemos que aprender. Tenemos que aprender sobre nuestros hijos, sobre la educación. Tenemos que aprender conocimientos que no recordamos o no tuvimos anteriormente así que hacemos del estudio un hábito en nuestras vidas.
Si deseas educar en casa, tienes que cambiar tu manera de ver la educación. Deja de creer que solo son tus hijos los que DEBEN aprender. Es mejor estar dispuesto a tomar este camino de aprendizaje continuo. Por eso es importante entrar a esta vida sin escuela con esta mentalidad. Pues si creemos que ellos son los que necesitan estudiar nada más, nos veremos frustrados cuando también se requiere eso mismo de nosotros si queremos acompañar a nuestros niños en esta aventura. Pero no sólo se trata de hacer a un lado la flojera o vencer un reto intelectual para ser estudiantes de nuevo, sino también está el aspecto relacional de aprender en familia. Tus hijos están observando tu actitud en esta nueva fase de sus vidas y lo que tu hagas puede entusiasmarlos o desanimarlos. Si ven en ti pasión por leer, entonces los animarás a interesarse en la lectura. Si notan que eres curioso y te haces preguntas constantemente, ellos también se acercarán de esa manera a nuevos conocimientos. Si eres perseverante con un área de conocimiento o una habilidad, aunque sea difícil, entonces tendrán mayor motivación para ser perseverantes. Tu influencia es vital para que tus hijos sean apasionados por el aprendizaje, y esto es parte de lo que significa aprender en familia.
Y aunque ambos aspectos; la necesidad de hacer del estudio un hábito y de tener una buena actitud ante ello son importantes, creo que lo más importante es el tiempo y las experiencias que compartes con tus hijos cuando aprenden en familia. Estamos aprovechando esta edad de oportunidad para crecer con ellos. Es decir, en este tiempo que puedo ser de mayor influencia, donde sentamos las bases para su carácter y sus habilidades académicas, en estos años donde la mayoría de las cosas son nuevas y suceden por “primera vez” para él, somos mi esposo y yo los que estamos ahí, en primera fila para disfrutarlo, para aprovecharlo, para guiarlo. Para fortalecer la relación de nuestra familia. Para nosotros, lo más importante de aprender en familia es que nuestra relación crece. Somos puestos en una situación donde tenemos más oportunidad para conocernos mejor y desafiados a crecer juntos.
Para mí es triste escuchar de muchos papás que ya quieren que sus hijos regresen a las escuelas, porque van a descansar de ellos. O que antes de la pandemia sufrían cuando llegaban las vacaciones y tendrían a los niños todo el día en casa. Así que los inscriben a cuanto curso es posible para que los mantengan ocupados. Y también es triste ver como cuando los papás deciden educar en casa, llegan con esa misma actitud. Esperan que la educación de sus hijos sea algo que los mantenga ocupados para que ellos se ocupen en otras cosas. Pero cuando ven que los niños se distraen, se levantan cada rato, les hacen preguntas constantes o les llaman a estar con ellos, se frustran y desquitan con sus hijos. No se dan cuenta que los niños los están invitando a ser parte de su mundo. A vivir con ellos los descubrimientos que van realizando. Quieren compartir con nosotros la emoción de un logro o de ver algo por primera vez.
Y sé que es difícil, papás. No podemos estar sentados todo el día con ellos y tampoco es lo que aspiramos. La meta es que ellos lleguen a ser autodidactas y vayan tomando mayor responsabilidad, proactividad y diligencia en su educación. Sin embargo, en los primeros meses y tal vez años de educar sin escuela, ellos nos necesitan ahí. Compartiendo las experiencias en el aprendizaje. Nuestra compañía es más motivadora que premios o castigos que pudiéramos ofrecerles.
En resumen, aprender en familia es uno de los principios fundamentales de la educación sin escuela. Porque nos ayuda a mantener el enfoque en lo importante. A no distraernos con otras cosas y perder el tiempo. A no desesperarnos porque no estamos haciendo tantas cosas geniales que vemos que otros hacen y a evaluar si las opciones que elegimos van de acuerdo a nuestro proyecto familiar.
¿Aprender en familia es un principio que guía tu proyecto de educar sin escuela? ¿Crees que es importante considerarlo?
Espero tus comentarios en nuestras redes o sitio web. Me encantaría saber tu opinión al respecto.
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